VI MI MUERTE . . .

Amigas y amigos, hace unos siete años moraba en New Orleans (Luisiana-USA), una ciudad plena en belleza, bañada y rodeada de agua por su Río Mississippi, el inmenso lago Pontchartrain y un montón de pantanos. El lugar tiene una particular atmósfera que embriaga los sentidos, cunden por todas partes los restaurantes, clubes de caballeros , bares de blues, pubs de jazz, tugurios de prostitutas, casa de placeres exóticos, y muchos callejones impregnados de droga, alcohol y erotismo. Allí la música es la eterna compañera, y los líricos sonidos de los saxos eran la brújula que guiaban mis largas caminatas noche a noche por Bourbon Street, calle que hace de epicentro neurálgico de la "marcha descontrolada" y las "diversiones alocadas" que ofrece esta ciudad del Golfo de México. Allí disfrute de toda sus llamadas "fiestas locas", el Mardi Gras (carnaval increíble donde es costumbre que las mujeres cambian collares de baratijas por mostrar sus pechos), el French Quarter festival (fiesta francesa invalorable), el Sadomasoquist Annual Festival (imposible de describir), el Gay and Lesbianan Convention Center (una fiesta del orgullo que dura una semana a full), el Oktoberfests (baño de birra a granel que dura todo el mes), y otras tantas fiestas que me vi obligado a sufrir (jajajajajaja !!!).

En aquellas epocas observe de cerca, de muy cerca, el bajo y sórdido mundo de la prostitución, la droga, el alcohol y el desenfreno absoluto, y me hice amigo de una afro-americana (Loisa) que además llevaba sangre francesa, y que había logrado salir de la adicción . . . a ella, y por ella escribí esta poesía que hoy les dejo.

Vi mi muerte ©

Se esfuma confusa en mi mente,
igual que una nube en el cielo,
cual un rayo, como el hielo,
deja mi cuerpo inconsciente.

Que hace mal, ya es sabido,
que te mata lentamente,
pero es que yo simplemente,
quiero llegar al olvido.

Como no querer hacerlo,
si has perdido lo querido,
si todo, todo se ha ido,
solo tienes que quererlo.

Y para ello te inyectas,
te atiborras de pastillas,
inhalas las porquerías,
que calle abajo encuentras.

Cuando se acaba la pasta,
buscas, robas, con limosna,
al alma le pones precio,
barata, ya estas muy necio.

Y en lo profundo del pozo,
un día te dan por muerto,
y en unos meses de esfuerzo,
limpio estas, sucio por dentro.

Hoy ya no busco el olvido,
brillo con luz de esperanzas,
limpio por fuera y por dentro,
quiero vivir sin nostalgias.

by CarlosHugoBecerra

(ver en página individual)

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