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viernes, 16 de enero de 2009

AS DE CORAZONES. . .

Si fuera tan sencillo como coger un naipe de la baraja, que fácil seria todo, no pesaría la angustia de la espera incierta, las noches no contendrían la eternidad, cada llamado telefónico no alteraría mi pulso.

Amigas y amigos, esperar un corazon donado ha de ser uno de los letargos mas sufridos que hay, el solo análisis de situarte aguardando la muerte de alguien para perpetuar la vida tuya es terrible y muy duro. Me contó un médico la historia de uno de sus pacientes, el le dijo:

"Mi corazón se rompió, estoy seguro, el día que mi hijo sufrió aquel accidente de tráfico. Falleció poco después y... no pudimos donar sus órganos... aún no había trasplantes.

Desde entonces padecí varios infartos, anginas, miedos, noches horribles y muchos ingresos en el hospital.
Hoy lo siento como sí todo hubiera sido un mal sueño, todo menos la ausencia del chico.


Ahora he sido yo quien necesité un transplante. . .
Desperté con aquella voz.. ¡Antonio, ya está operado, ya tiene su nuevo corazón!.
Ahora me parece increíble, todo es distinto, he recuperado las ganas de vivir porque disfruto de estar vivo.
Me dicen que he tenido mucha suerte; ni una complicación, ni un rechazo... a mí, la verdad, me parece que es el resultado lógico de un magnífico trabajo, pero sé que no siempre es así y en efecto, me siento afortunado."


Ahora aquel paciente aprovecha toda oportunidad para animar a los pacientes que tienen dudas o temores ante el trasplante. Y siempre que puede dice: "Que si me lo aconsejaran, volvería a trasplantarse mañana mismo"


España es un país que ofrece a los que tienen un corazon con daños irreversibles la mágica y maravillosa oportunidad de acceder al transplante cardiaco sin preguntar raza, credo, color, ni nacionalidad.

Pero hay tres grandes preguntas que perforan el cerebro del que espera un transplante cardiaco. . . y por supuesto tres grandes respuestas:


¿Por qué un trasplante?
Sólo uno de cada varios miles de enfermos del corazón es seleccionado para trasplante. Esto tiene su explicación. A la mayoría, el tratamiento con medicinas consigue devolverles un aceptable estado de salud. A otros muchos, la cirugía puede mejorarles su propio corazón. A algunos, su enfermedad cardíaca les ha dañado tanto otras partes de su cuerpo, los pulmones, el hígado y los riñones especialmente, que la sustitución del corazón no resolvería la situación y los expondría a un riesgo injustificado.


¿Por qué yo?
Sólo unos pocos, y este es mi caso, tienen el corazón gravemente dañado sin que esto haya alterado otros órganos substancialmente. El riesgo del procedimiento es muy bajo y los resultados muy buenos.
Si te han propuesto como candidato es porque el equipo considera que las posibilidades de éxito son muy elevadas.
Se ha estudiado detenidamente tu caso, la naturaleza irreversible de tu enfermedad, las limitaciones que produce en tu vida actual y el futuro que su evolución permite suponer.
Aunque te parezca imposible, puedes recuperar tus aficiones pasadas, adquirir otras, trabajar si es tu deseo hacerlo.
Me pondrán en contacto con otras personas que han pasado por ello y me sorprenderá comprobar la satisfacción de sus actuales vidas.
Vale la pena. No es fácil, pero ese corazón dará la fuerza para afrontar las dificultades que puedan surgir y para muchas más cosas.


¿Que me espera?
Esta pregunta no se puede responder. Nadie puede prever el futuro.
Lo que guía las decisiones medicas, y así es como funciona la ciencia, son las estadísticas. Saben lo que pasó con otras muchas personas que estaban en una situación parecida a la mía. Los que no pudieron ser trasplantados fallecieron en su mayoría dentro del primer año de seguimiento. Por el contrario, de los trasplantados con los medios actuales, la mayoría gozan de buena salud y hacen una vida normal en todos los aspectos.
Como es lógico, nadie va a hablarme de garantía, ni de seguridades. No sería honesto. Aún así hay otra razón, te lo explicarán los propios trasplantados... a partir de la operación, la vida... es otra cosa.



Encuentras médicos/as, enfermeras/os, asistentes, y operadores, todos ellos con una calidad tanto humana, como profesional que deja perplejo, y mas aun al ver con la humildad y ternura con que te brindan su mano.

En resumen, conoceré a:

Cardiólogos, encargados de buscarme entre muchísimos enfermos cardíacos para los que el trasplante es innecesario o inútil. Revisarán en profundidad el resto de mi cuerpo para encontrar otras posibles alteraciones que sea conveniente corregir, antes de abordar el trasplante cardíaco. Participarán también en el control de mi evolución cuando me vaya para casa. Son un magnífico enlace con el resto del equipo.

Cirujanos Cardíacos, son los médicos que me van a operar para cambiarme el corazón por uno bueno. A partir de la intervención el contacto más estrecho lo sostendré con la Unidad de Trasplantes. Sus médicos y enfermeras llevan a cabo las revisiones y las consultas, coordinan las actuaciones de los demás equipos implicados y la atención a todos los trasplantados.


La Enfermería, especialmente la de las unidades de Cardiología, Cirugía y UVI, pasará muchas horas a mi lado. Me sorprenderá comprobar cómo se anticipan a mis dudas, miedos y deseos. Se ganarán mi confianza, cariño y respeto por su rigor y profesionalidad.


Conoceré otros equipos: Anestesia, Medicina intensiva, Hemodinámica, Infectología, Hospitalización domiciliaria, Respiratorios, etc... Aunque me resulte imposible recordar los nombres y funciones de tanta gente, ellos se presentarán y me explicarán siempre lo que van a hacer y para qué lo van a hacer.


De entre los que no conoceré es preciso citar a los Patólogos. Son los médicos que analizando las biopsias van guiando a los diferentes profesionales pasos para detectar el rechazo.
Dispondré también de una asistente social que resolverá problemas laborales, familiares, burocráticos y todos aquellos no estrictamente médicos que mi situación puede provocar. Un Psiquiatra me visitará ocasionalmente para ayudarme a asumir una experiencia tan intensa como la que voy a vivir. Un Fisioterapeuta me enseñará los ejercicios más adecuados en cada fase.
Aunque no sepa si una persona es la adecuada para plantearle una duda, o para resolverme un problema, se lo he de exponer, pues desde luego, podrá ayudarte a buscar la solución.
No me tengo que abrumar ante esta lista tan extensa. Los iré conociendo poco a poco. Trabajaran contigo directamente. En ocasiones habrá cosas que me disgusten, puede que incluso detecte algún error. Es posible, nada es perfecto. Todo nos ayuda a mejorar.
Y me sentiré como uno más del equipo.


El trasplante cardiaco se considera para los pacientes que experimentan una Insuficiencia Cardiaca refractaria, esto es, que no responde a los medicamentos, a la modificación de los factores de riesgo ni, en algunos casos, a las intervenciones quirúrgicas previas.

Es que un corazon no es cosa de nada, sería el negocio del siglo, por cara que fuera su fabricación, una pequeña bomba del tamaño de un puño, capaz de impulsar entre 4 y 16 litros por minuto, con un consumo de 10 Watios, sin mantenimiento y capaz de funcionar sin detenerse durante docenas de años.

Todos los avances tecnológicos, electrónicos, científicos e industriales han sido derrotados por el corazón. No se ha conseguido aún diseñar un aparato capaz de sustituirlo más allá de unas pocas semanas.

Por eso, cuando excepcionalmente fracasa y pierde fuerza, la única alternativa real, es otro corazón.

Es verdaderamente increíble que esta pequeña máquina realice cada día, sin desgaste aparente, sin humo y casi sin ruido, el trabajo equivalente a extraer de un pozo de un metro de profundidad una tonelada de agua. Posee una mecánica y un rendimiento excepcional.

Como digo al principio del post, esperar es muy sufrido y duro, una vez que el estudio esté completo, el coordinador de trasplantes del Hospital transmite a la Organización Nacional de Trasplantes mi nombre, peso, grupo sanguíneo y otras características que permiten seleccionar el corazón adecuado para mi.
De esta forma paso a figurar en la lista de espera de Trasplante Cardíaco. La red de la Organización Nacional de Trasplantes (O.N.T.) cubre el ámbito estatal, pero está en conexión con otra red de rango superior y cobertura europea.
El donante es una persona, por otra parte sana, que acaba de fallecer a consecuencia de una grave lesión cerebral.
El receptor es quien como yo, precisa un nuevo corazón. La elección del receptor es complicada. Con los órganos sucede como con la sangre, no sirve la de uno para cualquier otro, sino que hay que analizar primero las incompatibilidades.
Y no sólo eso, sino que además donante y receptor deben ser aproximadamente del mismo tamaño.

Se tiene en cuenta el criterio de gravedad, pues puede haber enfermos gravísimos cuya vida corre peligro eminente y por último, también se valora la distancia que hay que recorrer en el traslado del órgano.
Por suerte, los ordenadores y la sensatez trabajando unidos, consiguen distribuir de forma justa, puntual y eficaz, todos los órganos a medida que surgen donantes.
Más de un enfermo hacen la pregunta: Que pasará si recibe el corazón de una persona de otro sexo o raza?

Pues sencillamente, nada. Ni el sexo, ni la raza, ni la edad afectan a los injertos, ni por supuesto a los receptores.
En España están en condiciones de garantizarme que, en nuestro país, todos los que trabajan en trasplantes, viven obsesionados con que las donaciones sean libres, anónimas y gratuitas, y la distribución científica y transparente.
Nunca se ha detectado ninguna irregularidad en la historia del trasplante en España.
Durante la espera, en mi casa, me aconsejan manterme distraído. Planear y poner en marcha el acondicionamiento del hogar, si es necesario, para cuando vuelva de alta, ya operado. Continuar con mi vida cotidiana lo más normal posible, pues en casa todo el mundo estará algo nervioso.
Debo acatar el tratamiento y la dieta con rigor y hacer los ejercicios que me manden ya que mi estado debe de ser óptimo el día que me llamen para el transplante.
Camina por terreno llano en la medida en que no me produzca dolor en el pecho o fatiga.
Tengo que tener la maleta hecha y guardada: debe contener un cepillo de dientes nuevo y el resto del espacio ocuparlo con decisión, entusiasmo e ilusión.
Debo estar siempre localizado, día y noche, a través del teléfono. Algunos días me despierto deseando recibir esa llamada, otros me da miedo. Estos altibajos son normales, no deben avergonzarme. Si me producen ansiedad, he de comentarlo con el psiquiatra, el me explicará las distintas formas de pasar esos momentos dificiles. En cualquier caso, aunque pasen los días, nunca debo pensar que se han olvidado de mi, eso es sencillamente imposible.

Cuando reciba la llamada. . .

Debo recordar únicamente que a partir de ese momento no puedo ingerir nada por la boca, ni comida ni bebida.

Tan fácil como eso. Todo estará previsto.
Debo tener muy claro que una vez activada la alerta de trasplante pueden surgir contrariedades y obstáculos que impidan llevar a cabo la intervención. La razón más frecuente es el fracaso del donante. Para comprender porqué sucede esto hay que tener en cuenta algunos aspectos de la donación.
Cuando fallece una persona en una moderna unidad de cuidados intensivos, si está sometida a respiración artificial, se mantiene la sangre bien oxigenada y el corazón puede seguir latiendo durante algunas horas.
La muerte se detecta por la desaparición de la actividad cerebral (muerte cerebral) y se documenta mediante multitud de pruebas, entre ellas el electroencefalograma del cadáver. Esta es la condición en la que los órganos pueden ser extraídos para trasplantar.

Cuando se da esta situación, los posibles receptores somos localizados e ingresados en ese o en otros hospitales.
Sin embargo en cualquier momento el corazón dejará de latir. Si eso sucede antes de haberlo extraído, los receptores veremos desmoronarse toda nuestra ilusión en un instante, mientras recogeremos de nuevo nuestras cosas para volver a casa.
Si esto ocurriera no me tengo que desmoralizar. Me habrá servido de ensayo general y a la siguiente llamada será todo más fácil.

Una vez ingresado seré visitado por el cardiólogo, el cirujano, el anestesista y el médico de la Unidad de Medicina Intensiva (UVI). Llevarán a cabo una última valoración preoperatoria.
La enfermera me instalará y me irá dando instrucciones.
Me harán un análisis, un electrocardiograma y una radiografía de tórax. También puede haber en mi cosas que obliguen a pararlo todo, como por ejemplo una infección.
Deberé retirar todas las joyas, adornos corporales y productos cosméticos. Me afeitarán el pecho y los muslos, y te lavarán, si yo no puedo hacerlo solo. Finalmente me limpiarán con un producto antiséptico y pondrán en la cama ropa estéril.
Cuando ya tengan los últimos resultados de los análisis y la seguridad de que el corazón es adecuado y valido vendrán a recogerme y me trasladarán al quirófano.
Es un momento muy emotivo y lo tendré que tomar con serenidad.

Una vez en el quirófano me colocarán en la mesa de operaciones, y toda la gente que me rodeará estará ya vestida de verde y con la cara tapada.
Me pondrán un catéter en una vena del brazo y una sonda para la orina. Ambas cosas son algo molestas pero necesarias.

El catéter no es más que un tubo fino de plástico para inyectarme suero y medicinas directamente en la sangre. La sonda es para que pueda orinar mientras yo esté anestesiado y para comprobar como funciona el riñón, pues el es un testigo estupendo de la saber de mi situación cardio-circulatoria.

Quizá no me entere de nada más.

Despertaré entre 7 y 10 horas más tarde en la UVI bajo la atenta mirada de una médico y un enfermero.

En la operación se utilizan algunos dispositivos especiales que permiten parar, cortar y coser el corazón, derivando la circulación sanguínea por fuera del cuerpo.

El conjunto se denomina "Circulación extra-corpórea".

En pocas palabras, la sangre se extrae desde las cavas o la aurícula derecha y por unas mangueras especiales sale a una bomba que durante ese rato hace la función de corazón. Después se oxigena y se filtra y finalmente se inyecta en la aorta. Resumiendo habrán sustituido la función cardíaca y todo el círculo pulmonar por una serie de artilugios.


Ahora empieza el trasplante de verdad.

Se extrae el órgano dejando las embocaduras de las cavas, las venas pulmonares, cortando la aorta y la arteria pulmonar.
El corazón nuevo viene recortado de la misma forma y sumergido en un baño muy frío. Se cose y se recalienta, y cuando esto sucede vuelve a latir.

Su primer latido... es seguramente la mas intensa vivencia profesional que le puede suceder a un equipo de transplante coronario.


En ese instante todos sus corazones latirán al ritmo del mio nuevo.

Del quirófano me llevarán a la UVI, al despertar a mi alrededor, toda esa cantidad de cables, tubos y lucecitas, junto con la gente de cara tapada. Me parecerá que has sido raptado por los marcianos. Tendré un tubo en la nariz que va al estómago y sirve para administrar medicinas y alimentos. Un catéter en una arteria de una muñeca, para medir presiones y sacar muestras de sangre para hacer análisis. Otro en una vena del cuello, otro catéter del brazo y la sonda urinaria que ya los tenía cuando me anestesiaron.
Varios hilos finos salen a los lados del vendaje que recorrerán mi pecho de arriba a abajo. Son cables eléctricos que se usan conectándolos a un marca-pasos para gobernar la actividad eléctrica cardíaca.
Dos o tres tubos gruesos salen de debajo del vendaje, sirven para dar salida a la poca sangre que aún mana del lecho operatorio.
Otros tres cables estarán pegados a mi pecho y son para vigilar mi corazón y hacer electrocardiogramas sin molestarle.
Varios goteros penden del techo y acabaran en mis catéteres ...

Aunque me parezca increíble, todos estos dispositivos no me molestarán ni producirán dolor y se me retirarán en el siguiente orden:

El tubo del respirador, una vez despierto, cuando mi actividad respiratoria sea vigorosa y el análisis del oxígeno de la sangre lo confirme. A veces es cuestión de minutos. La extracción puede producir tos y náuseas. Cuando cesan, se aseguraran de que de que no vomitaré y retirarán la sonda naso-gástrica, el tubo de la nariz, para entendernos.

A las pocas horas estaré sentado, sin dolor, contento y tranquilo, leyendo el periódico, o haciendo mis ejercicios respiratorios.
Al día siguiente me quitarán los drenajes del pecho, la sonda urinaria y los catéteres arterias y venoso de los brazos.
Me iré a la planta unos días más tarde, sólo con los cables para el marca-pasos y el catéter del cuello.

Desde el segundo día podré andar y ducharte.
Serán muy insistentes con el asunto de los ejercícios respiratorios, saben que incluso producen algo de dolor, pero deberé esforzarme y ser perseverante.
Puede que me encuentre raro, con un humor cambiante o lagunas en la memoria, es normal en esta situación, se me pasará enseguida.
Esta cadencia de acontecimientos es la más habitual, pero cada uno tiene su ritmo de recuperación.

Tanto en el ser humano como en otros muchos animales, el intercambio de órganos tiene como consecuencia la destrucción de los órganos intercambiados. El tejido trasplantado se convierte inmediatamente en el blanco de las iras del sistema defensivo del receptor y sobre él se desata una intensa reacción inflamatoria, a la que llamamos rechazo, que en pocos días lo destruye. Si para poder hacer un trasplante, tuvieran que suprimir la inmunidad, o inmunosuprimir que es como se dice, completamente a los pacientes, padecerían constantes y terribles infecciones que harían inviable el proyecto. Los modernos inmunosupresores consiguen deprimír la inmunidad lo justo, o casi, para evitar el rechazo sin exponer al paciente a continuas infecciones, quizá deberíamos llamarles "inmunodepresores". Como todo en esta vida, la realidad no es perfecta, el paciente trasplantado padece leves grados de rechazo que es necesario vigilar, diagnosticar y, si se ve que van a más, tratar. Ocasionalmente aparecen infecciones que hay que combatir con antibióticos. El arte del trasplante consiste pues, en mantener un nivel de inmunosupresión que evite la progresión del rechazo y que no favorezca las infecciones. Este difícil equilibrio es especial para cada persona y por eso, al principio, hay que tantear distintas dosis y medir la actividad inmunosupresora. La actividad inmunosupresora se puede medir con análisis que estudian los linfocitos, no hay problema.

Más complicado es lo del rechazo. Se han estudiado muchos métodos pero ninguno es muy fiable. Para saber si hay rechazo hay que analizar el propio corazón. Esto parecía imposible, hasta que se inventó un largo catéter, que introducido desde una vena del cuello o de la ingle es capaz de llegar al corazón y sacar un mordisquito sin dañarlo, este catéter se llama bioptomo y el mordisquito biopsia. El procedimiento es indoloro y sin peligro y permite estudiar las biopsias todas las veces que sea preciso para estar seguro de que el rechazo no daña al corazón. Se trata en resumen de anticiparnos a los hechos. Debe quedar claro que un mínimo rechazo, lo hay siempre, pero no significa que se pueda dañar el corazón. Si en la biopsia el patólogo detecta un grado de rechazo superior al permisible, avisará a los facultativos para administrar el tratamiento antirechazo. Una nueva biopsia siete o diez días después comprobará la eficacia del mismo.


Amigas y amigos, luego de

esto, si llego, me iré a casa,


pero esto sera texto de

otro post. . . un abrazo

gigante a


todos.



CarlosHugoBecerra

36 comentarios:

Taitra dijo...

Suerte y ánimo!!!!Nuestros corazones están contigo.Puede que no "físicamente", pero te llegará nuestro cariño, nuestro ánimo y nuestra esperanza!!!!
Un abrazo muy fuerte!!!

Anónimo dijo...

SUERTE CARLOS y MUCHO ANIMO!!!

Gaby dijo...

Que gran regalo de amor el que vas a recibir Carlos, solo concentrate en ello.
Dios te quiere tanto que vas a recibir un nuevo corazón. :)
Ánimo mi excelso poeta, todo va a salir muy bien.

Anónimo dijo...

Carlos, desde aqui  te mando todo mi  apoyo y cariño en estos dias  dificiles  , y sobre todo tienes que pensar que  no estas solo  que estaras en buenas manos  , estar muy tranquilo y seguro de que todo va a salir perfecto y llenarte de enegias positivas y todo saldra muy bien .  hoy 16 de enero es mi 49 cumpleaños  y comparto este dia tan especial para mi , contigo desde tu blog  , con mucho afecto de MA.

Nenhari dijo...

Carlos sabes que cuentas con nuestra fuerza y todo nuestro apoyo. Ánimo que todo saldrá bien.

Besicos

BIRA dijo...

Querido Carlos, tu texto me ha alegrado en el sentido de saberte con las fuerzas suficientes como para escribirlo y por la serenidad (aunque a veces te cueste) que muestras en él y por la sensibilidad que te ha caracterizado siempre.

Cuando supe que tenías que ser trasplantado (Fran me lo dijo), mi corazón también se paró un poco. Son muchos los miedos que vienen a nuestra cabeza (y el desconocimiento del proceso, que ahora tan clarito has explicado, no ayudan mucho, la verdad). Una de las razones por las que me sentía mal era, precisamente, una de las que has expuesto: "deseaba" que alguien falleciese para que tú pudieras seguir viviendo. Y me parecía cruel.

Han ido pasando los días, y las semanas incluso y la idea me sigue rondando en la cabeza. No puedo imaginarme lo que es vivir todo esto en primera persona, pero sí enviarte todo nuestro cariño, nuestro apoyo y el ánimo que te haga falta. Por el tiempo que hace que nos "conocemos" tengo claro que eres una persona muy fuerte, seria cuando hay que serlo y tremendamente decidido a ponerte el mundo por montera si hace falta. Y sé que cuando ese trasplante llegue, tú podrás con todos los inconvenientes (pequeños o mayores) que se presenten. Estoy segura.

Viví en una unidad de trasplantes (de médula) durante casi un mes. No era yo la trasplantada, pero te puedo decir que no es fácil, que a veces los ánimos decaen un poco, ES ENTONCES cuando tienes que tener muy claro que tienes muchísimo que ganar y nada que perder, y es ahí cuando tienes que agarrarte a la vida con uñas y dientes, y plantarle cara a la situación... y lo harás, lo harás porque tienes la fuerza suficiente para hacerlo y porque, como bien dices en tu post, hay unos equipos médicos fabulosos que hacen que esta situación terrible lo sea mucho menos.

Muchas veces he oído a la gente quejarse de la Seguridad Social española, y se me ponen los pelos como escarpios, porque es un LUJO que no todos los países (ni aún los "civilizados") tienen. Las personas que trabajan en los hospitales españoles (y he tenido que tratar con muchísimas) son, por regla general, excelentes profesionales con ese toque de humanidad que quizás hace unos años no tenían (o no exteriorizaban). Su labor humana tiene casi el mismo valor que sus conocimientos médicos.

Me alegra, por ello, saber, que eres muy consciente de todas las personas que estarán ahí con el único fin de apoyarte y sacarte adelante. Y desde ya mismo deseo con todas mis fuerzas que así sea, que pronto recibas esa llamada, que se terminen los días de dudas, de miedo, de tensa espera, que recibas un corazón sano y que puedas disfrutar de él muchísimos años, compartiendo con tu querida Isabel y tus adorados hijos, y por supuesto con todos nosotros y el Pibe esa grandiosa generosidad que te hace tan especial.

Un beso inmenso, Carlos. Y otro igual de grande para Isabel, por lo bien que te está cuidando.

BIRA dijo...

Esa BIRA de ahí arriba es la de siempre, eh, es que he entrado directamente desde el reader y de ahí que no salga la foto de mi careto.

Más besos y toda la fuerza del mundo!

Anónimo dijo...

No sabes como me alegra leer esto.

Creía que tendrías que esperar mucho más.

Un abrazo y que todo vaya igual de rápido y bien.

Anónimo dijo...

Mi querido suegro virtual:
En primer lugar intentar transmitirte la felicidad que me causa leerte de nuevo.Eso, ni la visa oro, jajajajaj.
Ahora en serio, un verdadero placer escudriñar tus letras de nuevo.Me sorprende enormemente la entereza que demuestras en estos momentos, y auguro que en un corto plazo, estarás más feliz aún con tu nuevo corazón, que, pase lo que pase, albergará todas tus antiguas ilusiones y por ende, las nuevas.

Siempre estaremos contigo, para darte ánimos en la medida de lo posible y hacerte más llevadero todo este proceso. Cualquier cosa, ya sabes donde está mi correo y mi humilde persona.
Tu nuera que te estima: MENDITA.

Conxa dijo...

Carlos, no se que puedo decirte que no te hayan dicho ya. Sabes que estamos todos aquí,que nuestros deseos son los mejores para tí y para tu familia, que deseo que estes pronto por aquí con ese corazón nuevo.Qué te sientas bien, qué seas feliz.....

Un besazo, y mucho ánimo.

Thiago dijo...

Desde luego Carlos, no has perdido las ganas, el sentido del humor, el cariño y la calidez humana que te caracterizan. Este post es soberbio y debería estudiarse en las facultades. Creo que no sería ninguna tontería que habrieras un blgo nuevo con todo lo que stas viviendo (si, viviendo, nos nos olvidemos) para ayudar a los demás...

En cualquier caso, te deseo que todo salga tan perfectamente como tu lo cuentas,cari.

Un bezo para ti y un abrazo a toda tu familia, y en su caso, al equipo médico que te sigue.

Bezos.

Merche Pallarés dijo...

Hijo ¡qué lección nos has dado de este proceso! Mi hermano es cardiólogo en los USA y, justo ahora, me he enterado de lo que hace... Mira, mi niño, solo te digo y quiero dejar constancia en este blog que si me muriese ¡ya! te dono mi corazón (aunque ya un poco viejecito porque acabo de cumplir 65 tacos pero por lo que noto sigue funcionando sin problemas...) Espero que sea de tu tamaño y no lo rechaces así podríamos compartir vivencias... ¡Qué divertido! ¿Te imaginas...? Muchos besotes mi querido y ¡suerte!, M.

MRB dijo...

Desde acá te mando un abrazo, solidarizándome contigo. Todo saldrá bien y espero nos lo hagas saber. Será una dicha que te encuentres nuevamente entre nosotros, compartiendo tu experiencia.
Muchos ánimos y mucha fé.
Shanty

elinformaldefran dijo...

Amigo Carlos, creo que este post en una tesis completísima de la crónica de un trasplante, somos tanto los que pedimos por ti que seguro que estás enchufado con la fortuna y pronto te llegará, de momento te le localizado un corazón que te envió a tu correo y es para que lo uses mientra te llega el otro, Saludos Fran.
PD. me he permitido pasar tu comentario a la página principal de mi blog, porque simplemente es buenísimo, Abrazos Hermano.

Logan y Lory dijo...

Después de leerte con la emoción contenida, leyendo en cada uno de tus renglones el ansia, la incertidumbre y todo ese desconcierto que te genera tu espera, solo podemos decirte que desde aqui, desde estos dos puntos cardinales que son nuestra galicia y extremadura, te mandamos toda la fuerza necesaria para que tu ánimo no decaiga y la esperanza de pensar que pronto estrenarás corazón y esto será un pasaje duro que ha quedado atrás...

Tienes nuestra mano tendida y todo nuestro cariño.

Y con tu permiso, desde hoy, pondremos en nuestro blog un corazón que será el símbolo de que esperamos contigo y con todos los que como tu esperan esa generosa entrega de ese nuevo motor que ahora necesitas.

Un abrazo inmenso.

Jurema dijo...

Hay mucha energía positiva a su alrededor ,todo saldrá muy bien!! Con cariño

Jurema dijo...

Hay mucha energía positiva a su alrededor ,todo saldrá muy bien!! Con cariño

Wycherly dijo...

"frente al abismo los`pies comprueban sus limitaciones y es ahi donde las alas empiezan a tener razon de ser"

Carlos te deseo lo mejor estoy haciendo chonguitos, y no dejes de volar!

un abrazo. aqui te estare esperando con un abrazo mas grande q jamas haya dado ese q no cabe en una lata de sardina!

Angel dijo...

Muchas suerte, amigo!
Mucho ánimo.
Muchos abrazos.
Muchos besos.
Desearte lo mejor. Así será.
Besos, Carlos!

Ángel

Montse dijo...

Estaremos esperando a ver cómo nos deleita tu nuevo corazón, lleno de todo el cariño que guardas, porque te haces querer.

Seguro que todo va a ser excelente y nos lo contarás con todo detalle, para deleite nuestro.

Carlos, te mando todo mi cariño y muchos besos para que tengas hasta de repuesto.

titania dijo...

Gracias por permitir conocer a alguien con tu fuerza y tu sensibilidad.

Y si aquí estaremos.

Un beso.

ACACIA dijo...

Pasmada leo lo que te ha ocurrido!
No había visto tus últimos posts y me siento re-mal por no haber comentado antes.
Pero ahora aquí te dejo todo mi apoyo (moral al menos) y el ferviente deseo de que todo salga bien.
Tenés una entereza sorprendente y ejemplar.
No pierdas jamás ese ánimo y esa fuerza. Y sobre todo la esperanza.

Desde una lejana Buenos Aires te envío un abrazo cercano con mucha energía para que pueda llegar todo a buen término.

Acacia

Mónica dijo...

¡ Un abrazo y ánimo!, aqui estoy. Muchas gracias por compartir tus letras y conocimientos.

Amaterasu dijo...

Claro que llegarás. Y desde aquí te doy todo mi apoyo para esos primeros latidos. Un beso enorme!

anselmo dijo...

Animo Carlos. EStoy seguro que en cualquier momento sonará esa llamada.
Y esperando estoy que podamos tomarmos un zumito juntos

/ dijo...

Tu post me ha conmovido, además es estremecedor el relato. Te deseo toda la suerte del mundo.

Te mando un beso.

Di dijo...

Hola me alegra tu vuelta, como sabes nos has tenido preocupados. La verdad es que lo más importante en la vida es la salud, te envío todos mis mejores deseos en esta nueva etapa en tu vida que no dudo que superarás. He de decirte que conozco a un hombre que hace dos años le transplantaron el corazón y lleva una vida completamente normal así que muchos ánimos!

alexandra dijo...

Querido Carlos, como siempre nos has dado una clase magistral, en este caso de un trasplante cardíaco. Sé que sos una persona fuerte aunque a veces, como es lógico ante un tema así, te invadan las dudas y los miedos. Tengo fé en que todo va a salir bien porque TE LO MERECES.
Un abrazo enorme de tu amiga de Buenos Aires , de Jorge Luis y de mi duendecito Victoria.

Anónimo dijo...

Amigo Carlos te visito de nuevo desde tu cibercasa, esta que compartimos  contigo aqui cada dia , mucha fuerza y paz en esta espera , todo va  a salir magnifico . ten  siempre pensamientos positivo,  llenate de  buenas  energias y  esperanza . con  cariño y afecto de MA.

misticaluz dijo...

Hola Carlo, impactante entrada, conmovedora y real como la vida misma, me ha dejado muy pensativa.

Espero y deseo estés bien.

Te dejo un abrazoo grande y un beso.

Beatriz

misticaluz dijo...

Hola Carlo, impactante entrada, conmovedora y real como la vida misma, me ha dejado muy pensativa.

Espero y deseo estés bien.

Te dejo un abrazoo grande y un beso.

Beatriz

Anónimo dijo...

papa!!!!!!!!
paito...yo si que te doy mi corazon enterito solo para ti!

y es en serio no lo olvides!
te kiero bastante!
tu cyber hija sauvignona!
:)

Elsita Colangelo dijo...

Quizà, aunque lo dudo mucho, algùn otro lector te conocerà como yo....
Si hay algo que puedo jurar y "jugar doble contra sencillo" es que no existe en este mundo, alguien que conozca mas de transplantes que CHB ... es como enseñar a hacer etiquetas bordadas al que las inventò jajajajaja.... pero no has tenido en cuenta en la minuciosa descripciòn de tu transplante ya hecho y sin ningùn problema, y con la alegrìa de conocer no solo el rostro tapado con barbijos, sino su estructura osea y hasta el nombre de pila de cada abuelita de sus respectivas esposas....y haberles solucionado sus problemas de pareja, maritales y otras yerbas y con dedicaciòn haberles enseñado que el punto cruz queda mas lindo que si lo pegas con la gotita!!!!, que en todo ese proceso està la mano de uno mas grande , uno que te ama, uno que siempre està cuando lo necesitas.... los facultativos, las enfermeras, los psicologos todos ellos estàn tambièn en sus manos.... y obviamente La Elsita no te abandonarà en ningùn momento... Adelante!!! principe de las mareas!!!, la vida espera por vos para no tornarse tan aburrida..
Con todo cariño... Elsita Colangelo

Unknown dijo...

HOLA SOY JOSE DE ALICANTE ESPERO DE CORAZON QUE LO ENCUENTRES PRONTO Y QUE TE VALLA COMO MEA IDO A MI YO YEVO TRASPLANTADO TRES MESES Y ESTOY MUY CONTENTO

Grenlon dijo...

Si me permites voy a usar una de tus fotos para mi blog ya que expresa mi sentimiento ahora mismo y que quería reflejar en el post. Yo llevo 9 meses trasplantada, te mando muchos ánimos en esa espera y, sobre todo, mantén la cabeza en su sitio. Un besote.

Anónimo dijo...

he quedado atónita,desde siempre,espero contigo el ansiado día!!!!(rosenda)

 
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